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invierno-2013 |
En-torno
a “La piel fría”
En torno a “La piel fría”, mesa y
mantel, un grupo de ociosos se reunieron (nos reunimos) una tarde gris para
departir, compartir y sobre todo discutir, en una especie de reunión
gastronómico-literaria, de una de las obras más conocidas (¿?) de Alberto (¿o
debo decir “Albert”?) Sánchez Piñol…
…Y si hubo coincidencia, casi
unánime, en las bondades del lugar (la lluvia tras los grandes cristales
recordaba a Machado y/o a José Luis Perales) y de las viandas…. no pasó lo
mismo (de eso se trataba, dirán/dijeron algunos) cuando, casi a los postres (y
tal vez inspirados por los “efluvios de Baco”), comenzó “a tratarse” la novela
que (o esa era la excusa principal) nos había allí reunido…
…No por supuesto… resulta menos
llamativa la diversidad de opiniones…
…No por sabido… deja de ser
sorprendente que existan tantas visiones… tantas interpretaciones… de una misma
lectura…
…Y sin embargo, lo más destacable
(según mi criterio) fue comprobar cómo, los diferentes puntos de vista, incluso
los más distantes, no chocaban bruscamente, sino que experimentaban una “especie
de mágica amalgama” que permitía una extraña “empatía literaria” y que
transcendía del propio relato hasta permitir(nos) un conocimiento más profundo
de los otros… de aquellos con los que solemos compartir afanes, pero no este
extraño tipo de placeres…
…De este modo, y… aunque “La piel
fría” sigue sin gustarme, ha dejado en mí una cálida sensación.
¡Va
por vosotros!
Vae victis